Capítulo 16
La bola de papel que me dio en la espalda tenía tinta en algunas parte, así que, la abrí y alise el papel. Había algo escrito en él; ven al cuarto de la limpieza. Te espero. Tampoco me sonaba la letra, así que de camino al cuartillo analicé quien podría ser la persona que me escribía para hablar conmigo... ¿Y si fuese Becer? Él se había ido a esa dirección... me dio un vuelco al corazón al imaginarme a Becer esperándome, con su media sonrisa dibujada en su cara y su pose despreocupada, sus ojos negros y profundos, con un brillo sobresaliendo de esa misma profundidad. Me arreglé el pelo con las manos de camino hacía allí cuando justamente me lo encontré. -¿Qué haces por aquí? -me preguntó. Entonces, el no era el que me había enviado esas notas, no sabía ahora que decirle, así que le dije una verdad a medias. -He quedado con una amiga... -esperé a que me preguntase qué amiga, pero no llegó. -Está bien. Adiós. Se cruzó conmigo y siguió su camino, pero fui corriendo hacía él y...