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Mostrando entradas de mayo, 2011

Capítulo 16

La bola de papel que me dio en la espalda tenía tinta en algunas parte, así que, la abrí y alise el papel. Había algo escrito en él; ven al cuarto de la limpieza. Te espero. Tampoco me sonaba la letra, así que de camino al cuartillo analicé quien podría ser la persona que me escribía para hablar conmigo... ¿Y si fuese Becer? Él se había ido a esa dirección... me dio un vuelco al corazón al imaginarme a Becer esperándome, con su media sonrisa dibujada en su cara y su pose despreocupada, sus ojos negros y profundos, con un brillo sobresaliendo de esa misma profundidad. Me arreglé el pelo con las manos de camino hacía allí cuando justamente me lo encontré. -¿Qué haces por aquí? -me preguntó. Entonces, el no era el que me había enviado esas notas, no sabía ahora que decirle, así que le dije una verdad a medias. -He quedado con una amiga... -esperé a que me preguntase qué amiga, pero no llegó. -Está bien. Adiós. Se cruzó conmigo y siguió su camino, pero fui corriendo hacía él y

Capítulo 15

Al final, Antonio entró en razón, no había peligro en el pueblo, así que volvimos... por fin pude ver a mi abuela, nos dimos un abrazo que me pareció horas, Ari también vio a sus padres y les dijo que había estado en la excursión de su club, que estaba en Ronda. Ella les dijo que se lo había dicho hacía meses y si no se acordaban no era su culpa. Carolina volvió a su casa, vivía sola en Las Casas Nuevas, no era un problema para ella vivir sola. Todos volvimos al instituto, haciendo "vida normal". Becer volvió a pasar de mí al pasar por mi lado. Yo hice lo mismo con Ariadna cada vez que veía que se me acercaba. Carolina daba sus clases como si nada hubiese pasado. Y Carlos siguió arreglando tuberías y yendo a clase de vez en cuando. Un día en clase recibí una nota, una caligrafía fina y sinuosa que decía: "Te espero en el recreo en la clase 51". No ponía quien era, ni tampoco reconocía la letra, miré a mi clase pero nadie me miraba ni hacía el in